Hace mucho que te
fuiste
No consigo ver tus ojos azules,
no siento el calor de tus abrazos,
no recuerdo el sabor de tus besos,
me falta el olor de tu cuerpo,
y el aroma de tu perfume,
me faltas tú.
Hace mucho que te fuiste,
y aún no puedo olvidarte,
faltan muchas cosas sin ti compañera,
cuando estoy en la cama te busco,
falta tu melena rubia y ensortijada
sobre la almohada,
para apartarla de tu cuello y besar esa piel,
tersa y suave que muchas veces acaricié,
abrazar ese cuerpo tan bonito que tanto amé,
sentirte y quererte como tantas veces hice,
y, lo único que encuentro es frío, soledad, y lagrimas,
tú no estás.
Esperando que vengas un día,
y abrazarte de nuevo,
es un sueño, pero te sigo queriendo…
El tiempo no puede borrar,
los instantes de amor que hemos vivido,
lo felices que hemos sido,
el cariño de nuestros hijos,
los instantes amargos de la vida,
pero tu memoria no consigo borrar,
ni un instante de mi vida,
tu recuerdo me persigue noche y día,
y después de tanto tiempo tu eres mi vida.
¡¡ Siempre te esperaré compañera ¡!
Agustín, octubre 2014
no siento el calor de tus abrazos,
no recuerdo el sabor de tus besos,
me falta el olor de tu cuerpo,
y el aroma de tu perfume,
me faltas tú.
Hace mucho que te fuiste,
y aún no puedo olvidarte,
faltan muchas cosas sin ti compañera,
cuando estoy en la cama te busco,
falta tu melena rubia y ensortijada
sobre la almohada,
para apartarla de tu cuello y besar esa piel,
tersa y suave que muchas veces acaricié,
abrazar ese cuerpo tan bonito que tanto amé,
sentirte y quererte como tantas veces hice,
y, lo único que encuentro es frío, soledad, y lagrimas,
tú no estás.
Esperando que vengas un día,
y abrazarte de nuevo,
es un sueño, pero te sigo queriendo…
El tiempo no puede borrar,
los instantes de amor que hemos vivido,
lo felices que hemos sido,
el cariño de nuestros hijos,
los instantes amargos de la vida,
pero tu memoria no consigo borrar,
ni un instante de mi vida,
tu recuerdo me persigue noche y día,
y después de tanto tiempo tu eres mi vida.
¡¡ Siempre te esperaré compañera ¡!
Agustín, octubre 2014