Diario personal de Agustín .- 2013 Opiniones y comentarios personales
No hay...
No hay rosas azules como tus ojos,
no hay ojos tan bellos como los tuyos,
no hay rosas tan rojas como tus labios,
y menos con tus labios suspirando
cuando los míos los estaba besando,
no hay rosas tan bonitas como tus mejillas,
cuando con mis besos se encendían,
no hay rosa que contigo se compare
ni en porte ni en talle comparada,
y menos aún siendo tan amada.
Agustín 24-ago-11
1000 Post
Mil mensajes, mil pensamientos, mil post he escrito desde tu marcha en los Blogs o diarios de la Coctelera y de la comunidad del País, mil días de escritos y pensamientos, mil recuerdos, mil sentimientos, mil veces recordándote, mil ideas entrelazándose entre tú y yo.
Estos escritos son la forma de evadirme de la realidad, son el nexo que aún me ata a ti son en definitiva el tenerte a mi lado a pesar de tu marcha, es la unión espiritual estés donde estés, tu siempre estarás con nosotros.
Agustín 22-ago-11
Como la siento
Siento tus pasos,
oigo tu voz,
huelo tus ropas,
siento el ardor.
Veo tu cara,
miro tus ojos,
siento mi llanto,
sin compasión.
Admiro tus formas,
tu rubio pelo,
beso tus labios,
con gran pasión.
Oigo tu risa,
tu voz me llega,
alegre y clara,
como canción.
Así era ELLA
preciosa y bella,
mujer y madre,
mi compañera,
mi gran amor.
Salida a Monsanto
Agustín 14-ago-11
Salida a Monsanto
emos ido la cuadrilla a visitar un pueblo encantador en Portugal: Monsanto, es el pueblo de la piedra, todo él está construido sobre piedra de granito que se ha incorporado al paisaje urbano como un guante, las construcciones se han adaptado a la piedra, su castillo y las vistas desde él son impresionantes, nos ha gustado mucho. Hemos comido en el pueblo en un restaurante típico del lugar la comida por excelencia de esa nación: el bacalao asado, bien preparado y mejor condimentado. La verdad es que hemos pasado un buen día y lo más importante ha sido la compañía de la cuadrilla de Garcibuey.
Agustín 14-ago-11
El cuento
Quiero contaros un cuento, pero no un cuento cualquiera, es el cuento de ELLA, la princesa, mi princesa
Nació en el Mediterráneo, a orillas del mar con más historias verdaderas e historias inventadas, mitos y leyendas jamás escritas y contadas, al lado de ese mar de intenso azul, vino al mundo mi princesa, sus ojos eran el reflejo de ese mar de azul intenso y luminoso, su cara era la copia de la espuma del agua del mar al romper sobre la costa.
Vivió su infancia cerca del mar, sus viajes eran siempre a las orillas del mar que la vio nacer, sus juegos, sus aventuras de infancia estaban relacionadas con las aventuras de cuentos y realidades de su mar.
Estudió, en la escuela de su pueblo, con la cultural mediterránea como base de ser y comportamiento, con su lengua autóctona como medio de comunicación y pensamiento, con sus amigas y amigos compartió sus inquietudes, esperanzas, ilusiones y juegos.
Con 18 años recién cumplidos conoció a su príncipe, fue un amor a primera vista, bueno un "flechazo", su temporada corta de noviazgo, su boda, sus hijos, sus ilusiones, su felicidad, sus preocupaciones, su enfermedad y su muerte lo compartió con la persona que siempre la acompañó, su pareja, única y sola. Su vida se fue demasiado pronto, el tiempo que vivió fue muy feliz, a los demás nos dejo solos, pero con la conciencia tranquila de haber hecho todo lo posible para que fuera feliz.
Este cuento quizás sea poco popular, quizás muy repetido, a lo mejor no es un cuento, pero para mí es el cuento de la vida de la mujer que más he querido, ELLA, Mari Carmen.
Agustín 6-ag-11
Dos rosas rojas en tu altar
He puesto dos rosas en tu altar,
una para recordar la mujer que fuiste,
la otra para honrar la madre
pasional que representaste.
Cuando me casé contigo
en tu vientre llevabas a tu hijo,
fruto de nuestro amor apasionado de juventud,
y de nuestro deseo y ganas de ser padres.
Nunca nos arrepentimos de lo que hicimos,
nos amamos y quisimos como nosotros lo deseamos,
tuvimos a nuestro hijo deseado,
nos casamos como quisimos
y convivimos con nuestro cariño.
Más tarde nació nuestro segundo hijo,
igual de deseado como el primero.
Por esos motivos he puesto dos rosas rojas
en el altar que mi madre tiene para ti:
una por ser mi mujer
otra por ser la madre de mis hijos.
Hoy después de tantos años juntos
y en tu ausencia no puedo por menos de gritar:
¡Te quiero!
Agustín 3-ago-11
